Por Oviedo con Maru!

Este blog sigue en marcha gracias a que tengo amigas viajeras, porque yo no consigo escribir muchos posts. Es verdad que viajo bastante, pero por trabajo y nunca me da tiempo a darme un paseo para poder recomendaros sitios... :(

Pero mi amiga Maru estuvo el pasado finde en Oviedo y me ha mandado este post! Y la verdad es que me han entrado unas ganas de ir al Norte... A ver cuando consigo organizar una escapada! Estoy segura de que os va a pasar igual. Por cierto, los slippers, los quiero! ;) 


Hola a todos! Vuelvo a la carga con la segunda colaboración en este blog y espero que os guste. Esta vez nos vamos de paseo por Oviedo. Cada vez estoy más convencida de que el norte de España es lo mejor que tenemos en cuanto a naturaleza y gastronomía y una visita al año obligada no se puede dejar pasar…

Hemos estado un fin de semana, pero da tiempo a ver muchísimas cosas, así que no hay excusa! Está a tan sólo 4 horitas de viaje desde Madrid y la carretera a mitad de trayecto es una pasada, rodeada de montañas y naturaleza escandalosamente verde.
Hizo un tiempo espectacular, ningún día llovió e hizo solazo… llegamos a los 26 grados! :)

Respecto al calzado que elegí fueron unos slippers animal print comodísimos! Como el tiempo acompañó, fueron perfectos para la ocasión.
El sábado por la mañana estuvimos recorriendo el centro de Oviedo, y dio la casualidad que justo el viernes, fue la entrega de premios Príncipe de Asturias  en el teatro Campoamor y cuando llegamos por la noche, la ciudad tenía muchísimo ambiente.
Recorrimos todo el centro y algo a destacar es lo limpia que está la ciudad, espectacular! No recuerdo haber visto una ciudad tan limpia antes, de hecho me ha llamado tanto la atención que he podido comprobar que Oviedo es la ciudad más limpia de España (y yo… doy fe!) 
El edificio que más me gustó fue en la C/ Fruela, la Junta General, está pegado al Parque de San Francisco y muy cerca del Teatro Campoamor. Y subiendo por esa calle encontramos muy cerca la Catedral. Por fuera, no me pareció impresionante, pero he decir que por dentro es preciosa. Había una boda en ese momento y no me dejaron recorrerla entera, pero lo que vi me gustó mucho. 
Hay fachadas de casas dignas de mencionar que tienen muchísimo encanto y están cuidadas al detalle. Y cuando, vas paseando, te encuentras con unas iglesias preciosas que dan un aire muy característico a la ciudad.
Si  tuviera que elegir una sola cosa de Oviedo, creo que eligiría el Parque de San Francisco, más conocido por los ovetenses como el Campo de San Francisco. Como muchos lo describen es el pulmón de la ciudad. Es precioso, tiene una vegetación, unos árboles, un laguito con patos, cisnes, pavos reales... que impresiona! 
 

Otra cosa bastante característica de Oviedo, es la cantidad de estatuas que encuentras en el centro. La más graciosa es la de Woody Allen a tamaño real, qué canijillo es! :P Dedicaron esta escultura al famoso actor, guionista y director de cine en agradecimiento a los elogios de éste a la capital durante su visita, en octubre del año 2002, para recoger el premio «Príncipe de Asturias» a las Artes. Allen comentó de la ciudad lo siguiente: “Oviedo es una ciudad deliciosa, exótica, bella, limpia, agradable, tranquila y peatonalizada; es como si no perteneciera a este mundo, como si no existiera... Oviedo es como un cuento de hadas”.
El sábado después de comer cogimos el coche y nos fuimos camino de Lastres. Un pueblecito situado en la costa, a unos 50 km de Oviedo. Nos habían aconsejado ir y la verdad que fue todo un acierto! Para los que seguían la serie del Doctor Mateo les sonará bastente. ;)
Lo primero que hicimos fue subir al Restaurante El Mirador desde donde puedes ver toda la costa y el pueblecito en la ladera… precioso! Y encima con el sol de atardecer que hacía, sin una nube podías ver hasta los Picos de Europa. Qué contraste de playa, montaña, vegetación, campos verdes… 
El domingo, antes de comenzar el viaje de vuelta, subimos al Monte Naranco, dónde hay un cristo y puedes ver todo Oviedo desde la montaña. Espectacular. Se podía ver toda la ciudad, con el Parque de San Francisco, el Auditorio, casitas en pleno campo echando humo por las chimeneas , las zonas más industriales y al fondo las montañas. Por el otro lado, se puede ver perfectamente Gijón (que está a unos 30km) con el mar en el fondo.
Por último, comentar que el hotel dónde nos quedamos fue el Room Mate Marcos ( C/ Caveda , 23) situado en pleno centro, en una calle peatonal. El trato muy familiar y el hotel confortable, cómodo y moderno. Muy recomendable!